¿Qué tanto sabes de anorexia y bulimia?
Los trastornos alimentarios de la obesidad, la anorexia y la bulimia son cada vez más frecuentes, sobre todo entre la población juvenil. Pareciera que son nuevos, que surgen con el advenimiento de nuevas formas de comunicación como la televisión, el Internet, las modas y la imagen corporal delgada, vendida como sinónimo de éxito.
Quiero referirme en términos del sexo femenino, pues el porcentaje de hombres que lo padecen es muy bajo, apenas el 1%.
Por definición: durante la adolescencia las chicas integran y construyen su identidad en función del ambiente familiar y social que les rodea, la separación de los padres, la búsqueda de la individualidad, la aceptación de grupo, etc. Si a esto le agregamos disfunción familiar, historia de obesidad, pérdidas afectivas tempranas, etc., todo ello les lleva a tomar ciertos riesgos.
La anorexia y la bulimia están dentro de este grupo de riesgos y se están colocando rápidamente dentro de las principales causas de morbilidad entre las adolescentes urbanas.
La anorexia nerviosa se debe considerar como una entidad psiquiátrica grave y potencialmente mortal. Las mujeres que la padecen tienen una idea distorsionada de su imagen corporal, caracterizada por el miedo a engordar, el deseo obsesivo de perder peso, o la negación a ingerir alimentos.
Tiene mayor prevalencia en mujeres blancas y de condición socioeconómica alta. Se presenta en adolescentes que andan entre los 13 y los 20 años.
El diagnóstico se hace cuando la pérdida de peso corporal es mayor al 25%. Se aprecian signos de desnutrición, piel poco hidratada, ausencia de menstruación en los últimos tres meses, trastornos del sueño, actitudes bizarras respecto a la comida y negación a reconocer que se padece la enfermedad.
A la exploración física se aprecian chicas adelgazadas, peso por debajo de la percentila para su talla, presión arterial baja, trastornos cardiacos.
El pronóstico en estas pacientes es recuperación en el 40%, ideación o intento suicida en 2-5%, reincidencia en el 15% y mortalidad entre el 10% de los casos.
El tratamiento es multidiciplinario pues involucra a profesionales de la medicina, la psiquiatría, la nutrición y la psicoterapia.
Por su parte, la bulimia es un desorden alimentario que se presenta principalmente en mujeres adolescentes en el 95% de los casos. Ellas muestran un deseo irrefrenable de ejercer control sobre su apetito, que finalmente logran dominar, o bien lo "resuelven" con episodios desordenados de ingesta rápida y excesiva de alimentos, pretendiendo compensar con vómito (66%), con uso de laxantes (33%) o el uso de diuréticos, enemas o bien ejercicio extenuante.
El síntoma más frecuente en las chicas bulímicas es el vómito provocado, con una frecuencia de dos por semana o más por un lapso mínimo de tres meses, lo que nos permite hacer el diagnóstico.
La apariencia exterior de las adolescentes es normal, es decir, peso y talla acorde a su edad; sin embargo en la exploración física podemos encontrar úlceras bucales, caries, trastornos en la presión arterial, trastornos del ritmo cardiaco, dolor abdominal secundario a gastritis o colitis.
El tratamiento de la bulimia es multidisciplinario. Como mencioné, existen factores familiares ligados a esta patología, por lo que se hace necesaria la participación del médic@, psicológ@, y nutriólog@.
El pronóstico de estas pacientes depende del diagnóstico oportuno; no existe deterioro de su estado físico y, por ende, la mortalidad es mayor pues las principales complicaciones son metabólicas. La curación es del 50% y mortalidad del 5-18% secundaria a inanición, suicidio o déficit cardiaco.
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